MÉXICO, D.F., 4 de julio (apro).- Los mensajes y llamadas telefónicas de jefes de Estado y de gobierno a Enrique Peña Nieto para felicitarlo por su “triunfo” en las elecciones del pasado 1 de julio son precipitadas, pues los resultados de estos comicios aún no han sido validados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), afirma el embajador Jorge Eduardo Navarrete, exsubsecretario de Relaciones Exteriores y exrepresentante de México ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Más aún, señala que si en esas felicitaciones los gobiernos otorgan a Peña Nieto la calidad de “presidente electo” de México con base en los resultados preliminares, estarían cometiendo una intrusión en el proceso electoral mexicano, el cual aún está en curso.
En esta falta habría incurrido el gobierno de Estados Unidos. El portal oficial de la Casa Blanca difundió una nota en la que informó que el lunes 2 el presidente Barack Obama “llamó a Enrique Peña Nieto, el presidente electo de México, para felicitarlo por su victoria, según los resultados iniciales dados a conocer por las autoridades electorales de México”.
El embajador Navarrete dice que leyó con “extrañeza y desagrado” esa nota. Envió entonces una carta al embajador de Estados Unidos en México, Earl Anthony Wayne, en la que critica este proceder de la Casa Blanca y señala que, como expresión de su desagrado ante este episodio, se abstendrá de acudir a la recepción que la embajada realiza con motivo del Día Nacional de Estados Unidos, que se conmemora el 4 de julio, y a la que Navarrete había sido invitado.
En la carta –fechada el 3 de julio–, Navarrete dice a Wayne: “Como es del conocimiento de vuestra excelencia, en México la calidad de presidente electo no la definen ‘los resultados iniciales’, cualesquiera que estos sean, sino que la otorga el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tras haber calificado la validez de la elección y expedido la constancia de mayoría a favor del candidato triunfador.”
Apunta: “El hecho de que, en un documento oficial de la Casa Blanca, la calidad de presidente electo se atribuya a uno de los candidatos contendientes en la jornada electoral de la víspera va mucho más allá de una expresión protocolar de cortesía y debe entenderse como una intrusión en cuestiones que sólo corresponde definir, en tiempo y forma, a los mexicanos y a sus instituciones.”
En entrevista con Apro, Navarrete –a quien Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda, nombró como eventual secretario de Relaciones Exteriores en caso de ganar la Presidencia del país— considera normal que un gobierno extranjero felicite a un pueblo por su participación en una jornada electoral o que, incluso, felicite a un candidato por ir al frente de los resultados preliminares.
“Lo que me parece inadecuado es que ese gobierno no tome en cuenta los tiempos y mecanismos electorales de un país, y considere presidente electo a quien no lo es, pues validar la figura de presidente electo le corresponde al TEPJF.”
Señala que “estas expresiones de cortesía, pueden ser usadas por uno de los candidatos (Peña Nieto) para construir la imagen de que su victoria es reconocida y aplaudida por todo el mundo, y apuntar así su posición en un proceso electoral en curso”.
El martes 3, el equipo de campaña del PRI presumió en un comunicado que Peña Nieto había recibido hasta ese día felicitaciones de 24 jefes de Estado y líderes políticos del mundo. Entre ellos, el primer ministro francés, Francois Hollande; el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy; la presidenta de Argentina, Cristina Fernández; el presidente de Italia, Giorgio Napolitano; y el primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda.
Según ese comunicado, además del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamaron a Peña Nieto por teléfono el primer ministro de Canadá, Stephen Harper; y la presidenta de Brasil, Dilma Roussef,quienes lo felicitaron por su victoria y lo invitaron a visitar sus respectivos países.
Navarrete explica que no ha tenido oportunidad de revisar los textos oficiales para ver los términos de dichas felicitaciones, pero recuerda que las embajadas de esos países acreditadas en México tienen el deber de informar a sus gobiernos las características del sistema electoral del país, sus procedimientos y sus tiempos.
Considera que, “a veces, este tipo de acciones se deciden en las capitales de los países sin consultar a sus embajadas”, por lo que muchos gobiernos cometen errores, tal como el de no tomar en cuenta que sólo habrá presidente electo cuando el candidato ganador haya recibido de manos del TEPJF la constancia de mayoría.